Todos los productos ibéricos y quesos, especialmente el jamón se consumen a temperatura ambiente y con la mano. Sin cocinar ni calentar. Se deja temperar el sachet unos 10 a 30 minutos fuera del refrigerador antes de abrir el sachet, ya que si no es imposible despegar las lonchas. Una vez servido, combíneme dejar oxigenar unos minutos, en el caso del jamón de bellota al menos 30.
Para la salud y para el espíritu. La grasa del jamón iberico es ácido oleico, familia del aceite de oliva, que en pequeñas cantidades ayuda al control del colesterol.
Los productos deben ser refrigerados en lo posible (No congelados), sacándolos del refrigerador unos minutos antes de su consumo. En caso de ser almacenados pocos días, pueden estar en un lugar fresco y oscuro como una despensa. Jamás deben estar expuestos al sol ni a una temperatura superior a los 22 grados antes de ser consumidos.
El día y la noche. El cerdo Iberico es una raza unica en el mundo que data de hace más de 20 siglos. Es capaz de pelar la bellota y consumir su nuez, además de que la genética del cerdo iberico lo hace mas propenso a que en su carne se infiltre muy bien la grasa, lo cual le da su particular suavidad y sabor; al cerdo ibérico le encanta caminar y es conocido en España como el andarín de las dehesas. En cambio los productos y jamones Serranos, son elaborados con la carne de cerdos de raza blanca blanca, cuya calidad de carne e infiltración de la grasa es inferior a los productos del cerdo iberico.
El jamón iberico es libre de gluten y alérgenos.
Las patas y paletas de sumergen en sal natural de mar durante 2 a 3 semanas (2 días aproximadamente por cada Kg de peso). Después pasan 90 días en una cámara de atmósfera controlada donde se logra que la sal penetre hasta el hueso. Entonces empieza el proceso de curacione en gigantes bodegas naturales que, en la montaña y bajo tierra pero con grandes ventanas en la parte superior que asoma en la superficie. Esto favorece una perfecta curación con oscuridad, frío, brisa y poca oscilación térmica entre el día, la noche y el cambio de estación.
Son cristalizaciones de sal naturales, que se presentan durante el proceso de curación del cerdo ibérico y demuestran una larga curación.
Es un mito. Nadie puede saber sobre que para ha descansado el cerdo. Los céreos no descansan solo en una ora, si no que van alternando.